Carmelilla Montoya, Lola Greco y Amador Rojas, en el montaje de Fedra.- )foto de LUIS MALIBRÁN)
Séneca, Eurípides y Racine, por bulerías, tangos, peteneras, jaleos y otros palos del flamenco grande. El director Miguel Narros ha basado su versión de Fedra que estrenó el pasado viernes en el teatro Mercadante de Nápoles, en estos tres autores. En realidad, es el reencuentro de este director con estos autores y esta tragedia griega, a los que ya se unió hace 20 años.
En aquella aventura le acompañó también el compositor y cantaor Enrique Morente, que ha recreado y compuesto la partitura totalmente nueva para esta ocasión. De hecho, ha grabado junto a su hija Estrella muchos de los cantes que se oyen en Fedra y que electrizaron al público del Napoli Teatro Festival Italia, que se puso en pie para aclamar a sus intérpretes.
El elenco lo encabeza una dúctil y encendida Fedra interpretada por Lola Greco; un joven y arrollador Amador Rojas como Hipólito; un clásico e incuestionable Alejandro Granados como Teseo, y la siempre subyugante Carmelilla Montoya en el papel de Ama, además de otros muchos bailaores. Todos ellos, y la versión de Narros, hacen que se pueda seguir la trágica historia de Fedra en un escenario en el que todo está dominado por sensaciones, movimientos, cantes ininteligibles, lamentos, palmas, taconeos, una moto de gran cilindrada como símbolo de seducción para un joven y un excepcional diseño de luces con el que Juan Gómez Cornejo ha creado espacios tan corpóreos como los aportados por el escenógrafo Andrea d'Odorico.
La música de Morente ha tomado como fuente el mismo hilo narrativo que ya utilizara 20 años atrás, pero la ha recreado al servicio de nuevos tiempos en los que el flamenco puro convive con otros sones, y muchos de sus temas, algunos cantados en directo por David Maldonado, están cerca de la balada, de la misma manera que los bailes, coreografiados por Javier Latorre, acogen algo que va más allá de la danza flamenca, a la que se salpica con estéticas cercanas a Broadway. Nada más terminar la función, Morente, el gran ausente de la noche, aseguró por teléfono que estaba "cabreado por no haber visto el estreno". Aun así, no descarta que la música de Fedra sea el origen de otras muchas cosas: "Es una música sobre la que tengo que reflexionar y estudiar".
"Como artista, lo que hace Enrique es recrearlo todo. Muchos de sus toques se acercan a la canción", señala Narros, quien se acerca más a la Fedra de Séneca que a las de los otros autores. Pero de todos ellos ha rechazado los finales, ya que la protagonista se suicida ante el espectador, algo que los poetas griegos no permitían porque no se consideraba decoroso mostrar a los actores en esa tesitura. Era el mensajero el que salía a explicar el triste momento final
El montaje se estrenará en España el próximo día 1 de julio, dentro del Festival de Mérida, coproductor de la obra. Posteriormente viajará a Almagro, Sagunto y otras ciudades españolas.
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