Cante de ida y vuelta surgido del cruce del folclore musical cubano con el flamenco. Toma nombre y carácter musical de las canciones de los campesinos de la isla caribeña, muchos de ellos -a su vez- de ascendencia andaluza, fruto del flujo migratorio con la entonces colonia española en el siglo XIX. De hecho, comparte esencia rítmica y melódica con el punto cubano. El esquema rítmico es el de la soleá, pero los acentos se distribuyen de distinta forma, una amalgama de 6x8 y 3x4 similar a la petenera. En el flamenco comenzaron a popularizarse entre los años veinte y treinta, en la versión de Manuel Escacena, aunque hay referencias de que ya Silverio Franconetti, Juan Breva y El Mochuelo las cantaban. Y tomaron su máximo esplendor, como otros estilos acancionados, en la época de la ópera flamenca. Pepe Marchena fue uno de los cantaores que mayor alcance melódico dio a este palo que une las dos orillas atlánticas.
Compás: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
PEPE MARCHENA
MAYTE MARTIN
JUANITO VALDERRAMA
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