miércoles, 30 de julio de 2008

La vida errante de Luis Buñuel

Se cumplen 25 años de la muerte del gran cineasta español, cuya trayectoria vital recorrió todo el siglo XX Amante de la buena vida y de los placeres burgueses y ,sin embargo, autor de algunas de las películas más provocadoras y revolucionarias de la historia del cine, Luis Buñuel, de cuya muerte se cumplen el martes 25 años, tuvo una intensa vida que recorrió el siglo XX. Éstos son los no santos lugares del cineasta. En México fue feliz. Vivió hasta su último suspiro en su casa mexicana
DE CALANDA A ZARAGOZA
Nació el 22 de febrero de 1900 en Calanda, provincia de Teruel. Un pueblo grande, de tierra fértil, sin dejar de ser polvorienta y seca, en el que la Edad Media se prolongó hasta los comienzos de la I Guerra Mundial. Era el pueblo de sus padres, el cuarentón Leonardo Buñuel, un indiano que se había enriquecido en Cuba, y la hermosa joven María Portolés, hija de un posadero. Se trasladaron a Zaragoza a los pocos meses aunque nunca dejaron de acudir a Calanda durante los largos veranos y en Semana Santa. Estancias que fijan algunas de sus obsesiones, que marcan su vida y no poca parte de su obra. "La vida se desarrollaba, horizontal y monótona, definitivamente ordenada y dirigida por las campanas de la iglesia". Así habla en sus memorias, Mi último suspiro (Plaza y Janés), feliz de haber tenido la suerte de pasar la niñez en la Edad Media, aquella añorada época "dolorosa y exquisita". Calanda es el pueblo de uno de los más excesivos de los milagros barrocos. El estruendo que todos los Viernes Santo provocan miles de tambores que no dejan de sonar hasta el día siguiente. El pueblo y sus habitantes permanecen atrapados por una especie de embriaguez, por una alucinación colectiva que todo lo convierte en ruido. Un sonido que siempre emocionó y acompañó a este "ateo gracias a Dios". En Calanda le pasaron muchas cosas en la libertad de los veraneos, entre la casa señorial del centro del pueblo, la Torre de las afueras, las escapadas al campo, el descubrimiento de los insectos -que ejercieron en su vida una mezcla de fascinación y repugnancia-, el encuentro con la pobreza, la presencia de la muerte, el despertar de la sexualidad, el sentimiento del pecado, la fe y la pérdida de la fe, la visión de los burros muertos, el olor del aceite, la sumisión de los campesinos, las limosnas, los pobres, la hora de la siesta y las primeras revistas eróticas donde llegaron a distinguir el nacimiento de un seno. El lugar donde todas esas experiencias fascinantes hacen de su infancia, de su adolescencia, el espacio central y primero de sus más duraderas obsesiones en la vida, en el cine. Sin esos recuerdos medievales del Bajo Aragón, Buñuel no habría sido quien fue. En Zaragoza, en una enorme casa del céntrico paseo de la Independencia, vivieron los Buñuel. Estudia como medio pensionista en el colegio de los jesuitas, algo que también imprime carácter, que nunca olvidan ni el hombre, ni el cineasta. Siempre recordó las misas, los rosarios, la disciplina, el latín, la vida de los santos, el silencio y el frío. En Zaragoza vio su primer concierto, asistió al teatro, corrió las primeras juergas, se desvirgó en uno de sus burdeles, perdió la fe y entró por primera vez a un cine.
MADRID, LA RESIDENCIA DE ESTUDIANTES Y LOS AMIGOS
Finalizado el bachillerato en el instituto de Zaragoza, después de haber sido expulsado de los jesuitas, sin vocación clara de estudios, sin pensar demasiado en su futuro, el joven Luis Buñuel llega a la Residencia de Estudiantes. Lugar central de su juventud, influencia mayor de su vida, azar necesario en sus relaciones y su futuro. "Mis recuerdos de aquella época son tan ricos y vívidos, que puedo asegurar sin temor a equivocarme, que, de no haber pasado por la Residencia, mi vida hubiera sido muy diferente". La suya y la de otros amigos tan universales y tan imprescindibles para entender qué es de nuestro cine, nuestra pintura, nuestro drama o nuestra poesía. Tres artistas, tres amigos, Lorca, Buñuel y Dalí. Y un cuarto amigo, necesario para el azar que les une y les separa, llamado Pepín Bello, que no hizo demasiado, pero supo sobrevivir a todos, que de todos guardó excelente memoria. Por aragoneses, por divertidos, por dispuestos al juego, el cachondeo y a las ocurrencias, Luis y Pepín se hacen íntimos amigos. Un surrealismo vital, recuerdos paralelos, ganas de juerga y cierta afición a la bebida les unen inmediatamente. Después vendría Federico. Y se sumaría el inquietante, caprichoso y genial Dalí. Todos residentes. Fuera, la ciudad y sus tentaciones. De las verbenas al jazz. De Valle-Inclán a Gómez de la Serna, de Wagner a las borracheras en Toledo. Después de coqueteos literarios, de ultraísmos, de acercamientos a la vida de los insectos, de hacer de forzudo con los amigos, de esconder a sus novias, de ser un buen amigo, de quedarse huérfano de padre y de engatusar a su madre, el joven se marcha a París, la capital de un mundo que todavía existía. La capital de la cultura, la bohemia y del arte. Un poco después ese centro se trasladaría a Nueva Cork Volvió a Madrid en los años republicanos. Ya era un reconocido cineasta surrealista. No regresa como el cineasta iconoclasta. No, el recién casado Luis Buñuel, vuelve con su mujer y con su hijo muy pequeño, para ser el productor de populares películas de Filmófono. Buñuel se instala cómodamente en un piso cercano al parque del Retiro. Tiene una oficina en la moderna Gran Vía, un buen coche, muchos amigos y una joven amante. Nadie olvidaba que aquel productor tan eficaz, tan ordenado, era el mismo que había hecho dos de las películas más revolucionarias y provocadoras de la historia del cine, además de un documental de denuncia sobre la vida en la España profunda, Las Hurdes. No prescindía ni de los dry martinis en Chicote, ni de las buenas cenas con los mejores vinos en compañía de sus bebedores amigos. Buñuel era así. Aunque también era el ácrata provocador, el izquierdista imaginativo, el surrealista sin Bretón, el amigo de Giménez Caballero o de Alberti, de Bergamín o de Hinojosa. Buñuel, el que había deslumbrado a los surrealistas, el gran burlador, el vanguardista, era un ser humano que había aprendido a vivir cómodo entre sus contradicciones. El revolucionario y el burgués. El ilustrado y el hombre de acción. Buñuel en Madrid que resiste a los fascistas. Buñuel amante de las armas y desarmado en una ciudad donde todo el mundo estaba armado. Matan a Federico. Piensa en irse, en salir, defender a la República, sí, pero no sufrir los desmanes de la guerra. Su mujer, su pequeño hijo, están desde hace meses en París. "Veía un viejo sueño realizado ante mis ojos, y no encontraba en él más que una cierta tristeza". Buñuel, escapando de la guerra, en un tren en dirección a Ginebra. Buñuel otra vez destinado a París. Adiós, Madrid.
PARÍS, DOS TIEMPOS, DOS ORILLAS
Vuelve a los orígenes. Pasa sus primeros días parisinos, en 1925, en el lugar donde piensa que fue engendrado. Se hace amigo de los exiliados, los refugiados y de los artistas españoles en París. Los felices veinte, la bohemia y los compañeros metecos. En París y soportando los monólogos de Unamuno. Tertulias de La Rotonde, con el franco devaluado y el champán barato. Escuchando jazz en el Mac-Mahon, frecuentando bailes del Chateau Madrid y conociendo a Jeanne Rucar, una rubia atlética, deportista, amante del piano y empleada en una librería. Hermosa mujer, a la que James Joyce tiraría los tejos, y con la que Buñuel se casó después de hacer que tirara al Sena una pequeña cruz que llevaba en el cuello. La mujer de toda su vida, la madre de sus hijos. Una buñuelesca historia de amor. Y Buñuel llegó al cine. Trabajó como director de escena en el montaje teatral de El retablo de maese Pedro, de Falla, gracias a su amigo el pintor Ricardo Viñes. Se conmovió cuando se encontró con el cine de Fritz Lang. Algo se iluminó en su vida, algo que descubrió en aquellas películas marcó su destino. Trabajó con Jean Epstein, dejó plantado a Abel Gance, se acercó a los surrealistas, hizo papeles de actor. Y vivió de cerca e impresionado las manifestaciones de protesta por los asesinatos de Sacco y Vanzetti. Una efervescencia, una toma de las calles que recordaría muchos años después cuando tuvo que suspender un rodaje por los sucesos de Mayo del 68. Buñuel, el revolucionario tranquilo, el burgués anarquista, siempre se escapa cuando las masas toman las calles. Quiere hacer una película. Y en compañía de Dalí fue encontrando un argumento a partir de todas aquellas ocurrencias, sueños, visiones y elucubraciones que aquellos imaginativos "irracionales" hacían surgir de sus imaginaciones desatadas. Así surgió Un perro andaluz. La película se mantuvo ocho meses en el histórico Studio 28. Pasado el éxito había que seguir rodando. El surrealismo era la vía, la forma y la manera más adecuada de decir algo. Quiso hacer partícipe a Dalí, ya había aparecido Gala y todo era más complicado, aunque firmada por los dos, La edad de oro es casi exclusivamente buñuelesca. Veinte minutos de libertad y provocación. La película se estrenó y, después de una semana de éxito, los grupos fascistas atacaron el cine, rompieron cuadros, mobiliario, lanzaron bombas y consiguieron la prohibición de la película. Se pudo ver de manera casi clandestina hasta ser "rescatada legalmente" en los años ochenta. Buñuel siempre ha sido un mito parisiense. Y una realidad. Siempre regresó a la ciudad donde comenzó su cine. A Buñuel en París lo quieren desde Jeanne Moreau hasta el penúltimo camarero de La Coupole.
MÉXICO PASANDO POR NUEVA YORK
Conoció en los años treinta Estados Unidos y sufrió la ley seca. Nunca bebió tanto. Por allí donde paró siempre encontraba el amigo y el lugar para hacer ley mojada lo que llamaron seca. Recordó siempre algunos de aquellos famosos speak easy en los que llamabas a la puerta y te abrían a un mundo sin tantas hipocresías. Le encantó Nueva York, se hubiera quedado si su "no amigo" Dalí no se hubiera ido de la lengua. No se hubiera enfangado entre la delación y la autopromoción. En Nueva York, trabajó en el MOMA, mantuvo amigos como Calder y hasta pensó montar un negocio con su amigo Juan Negrín, el hijo del que fuera presidente de la República. El negocio, en el que participaba la actriz Rosita Díaz, tan admirada por Negrín padre y casada con el hijo, era un bar. No cualquier bar, sino el más escandalosamente caro bar del mundo. Se llamaría El Cañonazo. Vivió bien en Nueva York. Allí nació Rafael, el segundo de sus hijos. El primero, Juan Luis, lo había hecho en París. Se adaptó a su trabajo en el MOMA, volvió a montar las películas de Leni Riefenstal para demostrar su poder como propaganda a un proyecto que financiaba Rockefeller y seleccionaba películas de propaganda antinazis. Tenía amigos surrealistas que estaban allí huyendo de la guerra y a un nutrido grupo de republicanos españoles. Entonces comenzó la caza de los comunistas. Estaba terminando la segunda Guerra y ahora los rojos eran sospechosos, poco demócratas. Tuvo que dejar su trabajo, su cómoda vida, una vez más. Uno de los últimos lugares en donde hubiera deseado vivir era la llamada América Latina. Y sin embargo fue en México DF la ciudad donde más tiempo residió. Desde el año 46 hasta su muerte, hace ahora 25 años. Viajó por Francia, Estados Unidos, España, pero nunca abandonó su residencia mexicana. Tierra de exilio donde se encontró con muchos amigos de los años republicanos, donde hizo nuevas amistades y se reinventó como cineasta. Llevaba muchos años sin estar detrás de la cámara. Tenía una familia, necesitaba vivir de su trabajo. Aceptó películas que no le interesaban, actores que no le importaban y argumentos que no eran suyos. Comenzó con una película, Gran casino con Jorge Negrete, auténtico ídolo de un México que no era el suyo. Fue un fracaso. Tuvo que esperar dos años para rodar su siguiente película. Mientras tanto seguía viviendo con 46 años del dinero de su madre. Preocupado, entretenía sus ocios en el café y de vez en cuando se escapaba a un hotel en Michoacán, San José Purúa, donde escribió muchos de sus guiones. Lo mismo que en España solía hacer en el hotel del monasterio de El Paular. Los dos tenían un tranquilo y bien surtido bar. A Buñuel no se le puede entender sin lo que bebió, ni sin lo que fumó. Le gustaba el vino. Siempre en casa o en comidas, nunca en el bar. Para los bares las bebidas. El dry martini y el buñueloni, un plagio del Negroni, cambiando el Cinzano dulce por Carpano. Y llegó el momento de poder hacer su cine más personal. Recorrió las ciudades perdidas, las zonas marginales que rodean México DF, disfrazado con sus ropas más viejas se dedicaba a escuchar, mirar, observar muchos de los argumentos, de los diálogos y de los decorados que incluiría en su próxima película, Los olvidados. Muy controvertida en México, triunfó en Cannes y cambió el destino de Buñuel. Octavio Paz, Luis Cernuda, Carlos Fuentes comenzaron a escribir alabanzas de su cine. En México fue feliz. Rodó muchas películas, algunas obras maestras, Él, La vida criminal de Archivaldo de la Cruz, Nazarín, El ángel exterminador, Simón del desierto. Comenzó a viajar a Europa. Viajaba al sur de Francia, a la frontera para poder ver a su madre. Y finalmente viajó a España en el año sesenta con la relativa tranquilidad que le otorgaba su nacionalidad mexicana. Volvió a España, no para rodar como pretendía una vieja fantasía erótica que tenía con la reina de España, doña Victoria, elegante y rubia, tipo de mujer que siempre había gustado a Buñuel. En sus deseos no rodados mantenía un encuentro sexual con la reina que caía en sus brazos gracias a un narcótico. Lo que rodó fue Viridiana, una de las películas más malditas, odiadas y perseguidas por el franquismo. Ganó el Festival de Cannes. En España no se pudo ver hasta después de la muerte de Franco. Siguió rodando en Francia, en España, en México, pero vivió hasta su último suspiro en su casa mexicana. Deseó tener una muerte tranquila, como la de su amigo Max Aub, que murió jugando una partida de cartas. Y tuvo una muerte tranquila, se despidió de su mujer, de Jeanne, diciéndola "Ya me muero". No le sorprendió la muerte. Cuando llegó, la estaba esperando, era un 29 de julio de 1983, cerca de las cuatro de la tarde. Se incineró su cadáver, sus cenizas se esparcieron por un cercano bosque por el que gustaba dar paseos. Dicen que un sacerdote con el que le gustaba discutir, al que le gustaba provocar, se quedó con parte de las cenizas y las tiene escondidas en una capilla de una iglesia de la ciudad de México. Espero que esas cenizas puedan de vez en cuando cumplir con sus últimos deseos: "Una cosa lamento: no saber lo que va a pasar. Abandonar el mundo en pleno movimiento, como en medio de un folletín. Yo creo que esta curiosidad por lo que suceda después no existía antaño, o existía menos, en un mundo que no cambiaba apenas. Una confesión: pese a mi odio a la información, me gustaría poder levantarme de entre los muertos cada 10 años, llegarme a un quiosco y comprar varios periódicos. No pediría nada más. Con mis periódicos bajo el brazo, pálido, rozando las paredes, regresaría al cementerio y leería los desastres del mundo antes de volverme a dormir, satisfecho, en el refugio tranquilizador de la tumba".

viernes, 25 de julio de 2008

VERANOS DE LA VILLA 2008

El flamenco muestra su diversidad en los Veranos de la Villa 2008 de Madrid.
Los espacios culturales de Madrid comienzan a calentar motores de cara al próximo verano. Danza contemporánea, músicas del mundo, pop latino... y, por supuesto, flamenco se dan cita en el cartel de los Veranos de la Villa 2008. El cante, el baile y el toque tendrán su ciclo específico, al aire libre en los Jardines de Sabatini. Del 2 al 16 de agosto están previstas las actuaciones de artistas como los bailaores Manuela Carrasco, Antonio Canales y Joaquín Grilo, los cantaores Enrique Morente, El Lebrijano, Esperanza Fernández y Lole, y el guitarrista Paco Cepero, entre otros muchos.
Aunque el flamenco también se asoma a otros ciclos más generalistas. Son de la Frontera acompañará a Martirio en su mano a mano con Lila Downs en el Cuartel del Conde Duque. En el Teatro Fernán Gómez -antes, Centro Cultural de la Villa-, Dospormedio & Compañía presentará ‘Flamenco XXI’, espectáculo revelación del pasado Festival de Jerez 2008. Otras propuestas de danza flamenca contemporánea se mostrarán durante agosto en el ciclo ‘La otra mirada del flamenco’ en el Teatro Pradillo, como ‘ConCierto Gusto’ de Rafaela Carrasco o ‘Reencuentros’ de Joaquín Ruiz.
Flamenco en los Jardines de Sabatini 2 de agostoEnrique Morente 3 de agostoEsperanza Fernández 5 de agostoAntonio Canales 6 de agosto‘De Farruca a Faraona’

LA FARRUCA 7 de agostoLole Montoya 9 de agostoEl Lebrijano 10 de agostoArgentina 12 de agostoJosé Maya y Lola Greco 13 de agosto¡Viva Madrid! Paco del Pozo, El Bola y El Güito 14 de agosto‘El duende y la veteranía’: Cañeta de Málaga, Juana la del Revuelo, La Tati 15 de agostoJerez Flamenco: Paco Cepero, La Macanita and Joaquín Grilo 16 de agostoCompañía de Manuela Carrasco

Conde Duque 22 de julioEstrella Morente y Dulce Pontes 23 de julioMartirio with Son de la Frontera - Lila Downs
Teatro Fernán Gómez 23, 24 y 25 de julioDospormedio & Compañía, dirigida por Rafael Estévez and Nani Paños‘Flamenco XXI’
Teatro Pradillo. La otra mirada del flamenco Del 6 al 9 de agostoCompañía Selene Muñoz‘Los Cinco Sentidos’ Del 20 al 23 de agostoCompañía Rafaela Carrasco‘ConCierto Gusto’

Rafaela Carrasco (Photo Daniel Muñoz) Del 13 al 16 de agostoJoaquín Ruiz‘Reencuentros’ Del 27 al 30 de agostoCompañía Olga Pericet, Daniel Doña y Marco Flores‘Complot, Chanta La Mui II’

miércoles, 23 de julio de 2008

DULCE PONTES & ESTRELLA MORENTE

AYER PUDE DISFRUTAR DE UN CONCIERTO MARAVILLOSO
El patio del Conde Duque estaba hasta la bandera, nunca había oído cantar a Dulce Pontes y tiene una voz extraordinaria, no me extraña que digan que es una de las mejores voces de Portugal, y de Estrella Morente haber que voy a decir,que es mi favorita,por algo es hija del GENIO. Nos deleitaron con dos horas y media de actuación y tuvieron la generosidad de salir después que habian apagado la luces y habian desconectado algún micrófono, a regalarnos otra canción. Pero el colmo llegó cuando asaltamos mi amiga y yó a Enrique Morente y a su mujer Aurora Carbonel, que se encontraban viéndo el concierto, y ahí lo tienen , su dedicatoria y firma en el librillo del programa que nos dieron Lo guardaré como oro en paño.

martes, 22 de julio de 2008

Dos viejos amigos en Benicàssim

"QUÉ MÁGICO ES EL FLAMENCO"

Leonard Cohen y Enrique Morente clausuran el mayor festival del verano español

LINO PORTELA - Benicàssim - 21/07/2008

Sonriente, de pantalón negro, camisa gris y buen aspecto, Leonard Cohen, de 74 años, pasea tranquilo por los camerinos del FIB Heineken. Amablemente se hace una foto junto a varios seguidores que se frotan los ojos. Son las siete de la tarde. Cohen está a punto de volver a pisar un escenario español tras 15 años. A esa misma hora el cantaor Enrique Morente descansa en su hotel de Castellón. Se viste lentamente como los toreros. Sabe que es una noche histórica. Y no sólo porque en un rato actuará ante 35.000 personas junto al grupo de rock Lagartija Nick, sino también porque volverá encontrarse con su viejo amigo Leonard Cohen, con el que ha cruzado pocas palabras pero mantiene una intensa y espiritual conexión. Ayer estos dos colosos volvieron a encontrarse en un curioso lugar: el backstage de un festival de rock. Un espacio muy distinto al que se encontraron hace 15 años. En aquella ocasión fue en la cafetería del hotel Palace de Madrid. Unidos por la poesía, el flamenco y Lorca. Para entender la conexión entre ellos hay que hablar de otro protagonista en la sombra: el poeta y adaptador Alberto Manzano (Barcelona, 1955) que todavía recuerda con emoción el día que conoció personalmente a Cohen. Fue en 1980 y hasta entonces Alberto había escrito varias biografías sobre el cantante y se había encargado de la traducción al castellano de sus libros. Manzano asegura haber aprendido inglés sólo para entender lo que el trovador canadiense decía en sus canciones. El mismo día que se dieron un apretón de manos, Alberto y Leonard se hicieron amigos de sangre. Una relación que aún se mantiene y en la que han compartido viajes (Los Ángeles, Italia...) y vacaciones en Idra, la isla griega donde Cohen solía pasar largas temporadas junto a su hija Lorca, en homenaje al poeta. "Es un hombre generoso, accesible, cordial...", explicaba ayer Alberto sentado entre bambalinas en el FIB horas antes del encuentro Cohen-Morente. "También un apasionado de Federico García Lorca. Es el poeta que le convirtió en poeta. El poeta que, como dice él, le arruinó la vida", sonríe Manzano. Leonard Cohen descubrió a Federico García Lorca con 16 años en una librería de Montreal donde descubrió una vieja edición de segunda mano de Poeta en Nueva York. Su embrujo atrapó a Cohen. Conocedor de su profunda pasión por él, Manzano quiso preparar un presente para el 60 aniversario de su amigo. "Le debo mucho, así que pensé en un regalo especial. Lo primero que se me ocurrió fue llamar a Morente", recuerda Manzano que rápidamente contactó con el cantaor granadino para proponerle su idea: adaptar las canciones de Cohen e impregnarlas de flamenco, además de mezclarlas con el surrealismo de Lorca. La idea también cautivó a Morente, que se puso manos a la obra. Lo que iba a ser un regalo de cumpleaños se convirtió en uno de los mejores discos españoles de los últimos 20 años: Omega. Un tesoro que encierra el misterio de Morente, la poesía de Cohen y la inaudita unión entre el flamenco y el rock de Lagartija Nick. Una revolución musical que al principio fue vista con recelo por los flamencos puros. Lo recuerda Antonio Arias, guitarrista de Lagartija Nick. "Los gitanos creían que no sabíamos afinar las guitarras porque distorsionábamos y acoplábamos mucho". Morente sabía lo que hacía. "Cuando empezamos a grabar nos quedamos impresionados y sobrecogidos con lo que de allí salió", recuerda el cantaor. "También nos extrañó la frialdad con la que el público acogió el proyecto". Con tal joya en preparación y sin que Cohen supiese nada de la sorpresa, Manzano aprovechó una visita promocional del canadiense para organizar un encuentro extraordinario. Entonces ocurrió. Morente y Cohen se abrazaron por primera vez en una fría tarde de invierno de 1993 en la cafetería del hotel Palace de Madrid. El encuentro duró algo más de una hora. Los dos bebieron agua. Los dos se hicieron hermanos al instante. Manzano, que hizo de intérprete, recuerda aquel momento histórico. "No hablaron mucho. No hacía falta, porque funcionaron las miradas. Leonard sabe muy poco español y Morente poco inglés. Los dos son muy introvertidos, aunque hubo un entendimiento muy espiritual". Omega, una obra maestra, no se terminó hasta noviembre de 1996. Cohen ya había cumplido los 60 pero Manzano, fiel a su idea, le mandó el regalo a Canadá. Cohen agradeció emocionado el presente: "Es lo más grande que nadie ha hecho por mí en toda mi vida", decía en la carta que recibió Manzano de su amigo-héroe. "Cohen quedó impactado por la transgresión del proyecto. Sus letras transportadas al flamenco convertía aquello era una obra atrevida y emocionante", continúa Alberto. "Cohen admira profundamente a Morente. Suele decir que Omega es tan grande como si Ray Charles hubiese hecho un disco versionando sus canciones". Son las ocho de la tarde en Benicàssim y Cohen se ha puesto el sombrero. Se dirige al escenario con una copa de vino en la mano y sonríe a los que se encuentra por el camino. Media hora después, puesto en pie y frente a un público emocionado, Cohen canta First we take Manhattan -más tarde también lo hará Morente con un sobrecogedor aire flamenco-. Más: Suzanne, So lone Mariane, The future, I'm your man... Hallelujah. El vello se eriza. También el de Enrique Morente que ya ha llegado al FIB y mira la actuación desde el lateral del escenario. Los dos se miran y lanzan una cómplice sonrisa. Llegó el momento. Morente baja del lateral del escenario por la derecha junto antes de que Cohen acabe su última canción. El canadiense baja por la izquierda. El de Granada espera impaciente y ve cómo el canadiense recupera su copa de vino y baja la rampa a su encuentro. Están a punto de abrazarse pero una chica histérica se interpone en su camino y agarra por el cuello a Cohen para que su amiga torpe amiga haga una foto. La inoportuna reportera -fuera de servicio y con alguna copa de más- retrasa de forma estúpida el encuentro mágico. La chica desaparece y los dos genios por fin se abrazan. No hablan. No hace falta. Se miran fijamente a los ojos y sonríen. Juntos se dirigen al camerino donde Morente presenta a Cohen a su hija Estrella Morente y nietos. El encuentro no dura más de 20 minutos porque Enrique debe subir al escenario. Se vuelven a abrazar. "Hasta pronto", se dicen. Llegaba entonces el turno de Omega que sonó ayer apoteósico. Mientras el FIB bailaba a ritmo del Pequeño vals vienés, escrita por Lorca y versionada por Morente y Cohen, este último ya volaba a Ginebra para su próximo concierto. Los asistentes ingleses no daban crédito al espectáculo. ¿Morente, flamenco, Lorca, Cohen y guitarras saturadas? ¿Qué invento es este? Quizá nunca sea la portada de una revista musical británica, pero a esto se le llama magia.

jueves, 10 de julio de 2008

Diego El Cigala sigue los pasos de Lorca

El cantaor, junto al rector de la UIMP, Salvador Ordoñez, y el premio 'La Barraca' RECIBE EL PREMIO 'LA BARRACA' DE LA UIMP El cantaor ofreció un concierto en Santander con coplas y un romance del poeta
SANTANDER.- Diego El Cigala tiene ya un máster en eso de recoger premios. En la vitrina de su casa se amontonan Grammys y Premios de la Música. A esta suculenta lista el artista suma ahora el Premio La Barraca a las Artes Escénicas, concendido por la Universidad Menéndez Pelayo en reconocimiento de "la labor realizada a favor de la difusión del flamenco". Estos galardones, afirma el artista, le dan el aliento necesario "para poner los pies en la tierra y seguir cosechando y seguir dando". El director de la Fundación Instituto de la Cultura del Sur, José Manuel Gómez Bravo, enunció un emotivo discurso en el que alabó su compromiso "con la lucha de Mandela y contra los guetos". A continuación, el rector de la institución hizo entrega del galardón a "este catedrático en la escuela de Sabiduría Popular" mientras el público se ponía en pie para laurearle. Diego se mostró "muy emocionado y muy feliz" al recibir un premio tan vinculado a uno de sus "ídolos de la poesía". Y es que éste toma su nombre de la compañía de teatro fundada por Federico García Lorca y con la que el granadino actuó en las caballerizas del Palacio de la Magdalena allá por el año 1933. Exactamente en el mismo lugar en el que el cantaor interpretó anoche algunos de los temas de su último disco 'Dos lágrimas', con los que quiso "hacer disfrutar un poquito a la gente". El Cigala aprovechó la coyuntura para interpretar 'Romance del amargo', de Lorca, una soleá que permitió al madrileño alejarse de los sones latinos de su último disco para reencontrarse con la guitarra. A pesar de haberse recorrido los escenarios de medio mundo "de Lavapiés a Nueva York", el ahijado de Camarón se sigue poniendo nervioso antes de salir a escena "y el día que no suceda eso, malo", advierte, "ese miedo te mantiene alerta y te mantiene centrado". Una 'asignatura pendiente' con la copla Antes de salir a escena, el artista tiene una costumbre: tomarse dos rones, "buen ritual, ¿no?", pregunta entre risas. Una vez engrasada la máquina, El Cigala está preparado para encontrarse con su público, "para transmitir nada más salir, sin cantar. Cuando aparezcas, la magia ya tiene que estar ahí".
Y sale a su encuentro. Flanqueado por el Cantábrico a un lado y por el bosque que rodea al palacio al otro, El Cigala deja que su voz se pierda en el cielo del verano entonando sus versiones de 'Angelitos negros' o 'Dos gardenias'. Con 'La bien pagá', el cantaor consigue arrancarle a la audiencia unos coros. Sobre el escenario le acompañaban "cuatro bicharracos": Guillermo Rubalcaba al piano, Yelsey Heredia con el contrabajo, Diego del Morao con la guitarra y Changuito se encargó de las percusiones. Con ellos, explicó el artista, la sintonía es total, "nos miramos y ya sabemos dónde tenemos que estar". Si la puesta en escena de 'Lagrimas negras' era un diálogo coreografiado entre El Cigala y Bebo Valdés (al que durante la gira sustituyó Chucho), la de 'Dos lágrimas' es un coloquio donde cada uno sabe donde acaba y empieza su genio. Juntos interpretan un disco con el que el cantaor se ha "tirao al barro". El Cigala ha seleccionado uno a uno los 11 temas del disco y ha resuelto "su asignatura pendiente" con la copla. Ha hecho suyos temas de Machín, de Antonio Molina, de Lucio Dalla, etc. Y si hay alguno que se le ha resistido ese ha sido 'María de la O'. "Me ha dado tanta guerra, le he cogido hasta coraje", comenta el artista que le ha dado una vuelta a la letra de Rafael de León para cantarla desde el punto de vista de una tercera persona. El concierto breve -no llegó a una hora- e íntimo -el público no superó las 300 personas-, acaba con 'Lágrimas negras', el tema más popular del cantante y el más infalible. El Cigala continuará con su gira de presentación por Cádiz y Málaga.

miércoles, 9 de julio de 2008

Enrique Morente y Pat Metheny actúan en el Palau de la Música

Los artistas presentan juntos esta noche sus respectivos últimos trabajos discográficosEl norteamericano Pat Metheny y el cantaor Enrique Morente actuarán juntos por primera vez esta noche en el Palau de la Música Catalana en un concierto que promete ser una maratón de jazz y flamenco de dos músicos "fuertemente comprometidos con sus tradiciones" pero que las dejan de lado para evolucionarlas y perpetuarlas, aseguró ayer Metheny. Ambos presentarán sendos nuevos trabajos: Metheny trae bajo el brazo Day trip, fruto de su nueva formación de trío, y Morente presentará Pablo de Málaga, dedicado a Picasso. Del guitarrista norteamericano, Morente destacó que es "genial" en cuanto a formación y calidad musical. "Su guitarra se escucha de aquí a la otra manzana", apunto el cantaor, a lo que añadió: "Metheny tiene sello propio, y no es el sello de Correos". Acerca del granadino, Metheny comentó que le gusta porque "le pregunta al flamenco que más puede dar de sí", en un afán por llevar su género musical "más allá", una característica que les une, según dijo el guitarrista. Morente gusta de experimentar con el flamenco, como ya se constató hace una década en Omega, un disco de referencia que grabó junto al grupo de rock Lagartija Nick, y que recuperaron en el escenario en la pasada edición del festival Primavera Sound en Barcelona. "Soy un afortunado por haberlo vivido. Hay que hacerlo, no me lo puedo perder", comentó Morente preguntado sobre esa colaboración con Lagartija Nick y la de mañana con Metheny. El concierto se incluye en las celebraciones del centenario del Palau de la Música. "Va a ser genial. Jazz y flamenco... No sabemos realmente qué va a pasar", concluyó Metheny.
E. P. / Barcelona Actualizado 08.07.2008, Pat Metheny vuelve a colaborar con Morente.
P.D: Viendo la estupenda colaboración que hizo en el documental " Morente sueña La Alhambra" seguro que será un éxito.

martes, 8 de julio de 2008

HISTORIA DEL FLAMENCO Érase una vez...
Aunque para buscar las raíces del flamenco la mayoría de los estudios borran de un plumazo la historia del sur de la Península Ibérica anterior al siglo XVIII, tiene lógica pensar que el cruce de culturas que se dio en Andalucía a lo largo de su historia, algo que ver tuvo en la gestación de esta expresión artística nacida del seno popular
También Telethusa
El recurso al pasaje de Marcial (40-104 d.c.) titulado ‘Puella gaditanae’ (muchacha de Cádiz) y dedicado a Telethusa, “maestra en adoptar posturas lascivas al son de los crótalos de la Bética y en cimbrearse al compás de los ritmos de Cádiz”, es, a pesar de ajado, indicio del gusto de los habitantes de la entonces provincia romana por danzas y músicas de corte rítmico.
Aires clásicos
El genotipo flamenco también contiene información sobre su influencia grecorromana, refugiada hasta la Edad Media en los cantos litúrgicos bizantinos. El compositor Manuel de Falla halló la conexión en rasgos como la melodía y la escala menor descendente. La asimilación popular de los cantos gregorianos en las ceremonias litúrgicas dejó su huella melódica, a la vez salpicada de orientalismo
El pájaro negro
(Ilustración: Ayuntamiento de Córdoba) Las reminiscencias hindúes tampoco son desdeñadas ni por teóricos ni por artistas. Para explicarlas, suele citarse a Abulhasam Alí Ben Nafí (Ziryab) que, de procedencia bagdadí, ejerció de músico de corte durante el califato cordobés de Abderramán II (822-852 d.c.), así como a los influjos sirios y persas. Objeto de estudio para investigadores y fuente inspiración para artistas, al ‘pájaro negro’ llegó a dedicarle un disco Paco de Lucía, ‘Ziryab’ (1990). Sedimentos árabes (Poema de Ibn Zamrak en la Alhambra (siglo XIV) La dominación árabe de Al-Andalus (711-1492) enraizó en la región modos de organización política, social y económica, ciencia, arte, costumbres... Tras más de siete siglos de convivencia, la música no debió ser menos influenciada. Y así lo ilustran ejemplos del palpable paralelismo entre modulaciones y melismas de cantes flamencos como tonás y seguiriyas y las llamadas a la oración musulmanas; así como entre los ritmos de ambas orillas.
Momento para la castellanización
(Escena de la Reconquista (Cántigas de Santa María, Alfonso X 1260)
Un paulatino desmembramiento político de los territorios arabigoandaluces abre a los reinos cristianos del norte de la península las puertas de este rico crisol cultural, adentrándose desde 1236, año en el cae Córdoba, hasta 1492, fecha en la que, con la toma de Granada, finaliza la Reconquista. A pesar de que suele sostenerse que “Castilla se andaluzó más de lo que se castellanizó Andalucía”, a partir del siglo XV otros modos culturales tuvieron vía libre para dar más matices al repertorio musical de la Al-Andalus que perecía. La métrica de muchas coplas flamencas, tomadas de romances y seguidillas castellanas, guarda gran parte del legado e incluso marca la pauta rítmica de los estilos flamencos. El mensajero mozárabe

Definición de moaxaja.Ibn Bassam (Dajira, 1147)
La interconexión entre ambos lados de la frontera venía de antiguo pues, de facto, el cristianismo tuvo siempre hueco en Al-Andalus. Testimonios de esta connivencia son el zéjel y la jarcha mozárabe, que se define, según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, como “canción tradicional, muchas veces en romance, con que cerraban las moaxajas -composiciones poéticas- los poetas andalusíes, árabes o hebreos”.
CONTINUARÁ

jueves, 3 de julio de 2008

HOY ES UN DÍA ESPECIAL

Ingrid Betancourt y demás compañeros, bienvenidos a casa.
Hoy, todas las personas de bién nos alegramos de esta noticia y agradecemos al Presidente de Colombia y a su ejército el esfuerzo realizado.

miércoles, 2 de julio de 2008

Diego EL Cigala: Dos Lágrimas

!SOBERBIO¡ !GENIAL¡ Después de una década reformulando el negocio de la industria discográfica para adecuarse a los tiempos, un cantaor flamenco se auto produce y distribuye su disco fuera del ámbito discográfico (prensa) y a un precio sin competencia. Y exitazo. ¿Las razones? Claras como el agua y a la mano de cualquiera: control absoluto por parte del artista, precio módico- que disminuye la piratería- y una producción impecable. Cigala Music y El País han lanzado Dos Lágrimas, un disco libro de 72 páginas con información, anécdotas y una entrevista con el cantaor, que en sólo unas horas agotó la primera edición (100.000 copias). Dos Lágrimas no es estrictamente la continuidad de Lágrimas Negras, aunque mantiene la estela de aquél milagro que deslumbró a todos sin distinción. Este disco es cigalero del tó, como dice Diego, aunque hereda el espíritu primigenio del anterior. Un proyecto de ubicación profesional en que el cantaor madrileño ha arriesgado su ser y su vida. Sentarse frente a él es un privilegio.

Diego templa el aire con gestos sinceros y arrastra su memoria hasta los momentos que vivió frente a una canción, una de esas que provocan sus lágrimas cuando las escucha, que ha recreado para su nueva producción. Y lo transmite en cada frase. El Cigala habla como canta, con el corazón. Está entusiasmado por la acogida, y convencido de la fórmula para preservar la libertad del artista frente a cualquier tipo de abuso. Es un claro responsable del acercamiento del flamenco a todos los públicos. Musica con alma, dice él. Diego vive intensamente un momento más que merecido.