José Manuel Suárez Japón abre las conferencias del Aula de Cultura Flamenca de la Peña Enrique El Mellizo en Diputación con 'Visiones sobre Antonio Mairena'
La afición del flamencólogo José Manuel Suárez Japón, rector de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), nació a finales de los años 50 y, sobre todo, en los 60, cuando era estudiante en Sevilla. Vivió la época de "plenitud y apogeo de Antonio Mairena como artista y la influencia omnívora sobre la afición, cuando era conocido en el mundo entero". En 1975 se fue a trabajar a Cádiz, donde el referente flamenco era Manolo Caracol. Sus vivencias en la capital gaditana le hicieron ampliar y enriquecer su visión del flamenco.
Suárez Japón volvió ayer a Cádiz para abrir el ciclo de conferencias del Aula de Cultura Flamenca de la peña Enrique El Mellizo en Diputación, que hasta ahora se estaba celebrando en la sede de la peña. Su charla, titulada Nuevas visiones sobre Antonio Mairena, estuvo presentada por el director de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco, Francisco Perujo.
Para Suárez Japón, a la hora de hablar de Antonio Mairena, hay que destacar dos ideas clave: lo que hizo y lo que representa hoy. En palabras del rector de la UNIA, el cantaor "hizo una labor ingente de recuperación de artistas y cantes que no es suficientemente valorada. Y, sobre todo, realizó una sistematización del mundo del flamenco". Afirma que hoy debemos considerarlo como uno de los clásicos. "Es uno de los grandes constructores de esta cultura, cuya obra tiene que ser estudiada por las nuevas generaciones". Piensa que la sociedad ha evolucionado y los flamencos actuales pueden hacer cosas nuevas, pero siempre desde el conocimiento de los clásicos, "no construyendo en vacío".
José Manuel Suárez Japón tiene varios escritos sobre Mairena y el mairenismo, pero en su intervención de ayer "me apetecía aportar algo diferente", confesaba a través del teléfono antes del acto. Así, comenzó hablando de su formación flamenca "bajo la influencia poderosísima de Antonio Mairena" y de los 20 años en los que el cantaor "tiene una posición de privilegio y sus ideas sobre el cante gitano-andaluz, que es como él llamaba al flamenco, eran ideas muy poderosas que a mí me calaron profundísimamente". Destacó dos grandes hitos: la concesión de la Llave de Oro del Cante en 1962 y el nombramiento en 1982 como Hijo Predilecto de Andalucía, siendo así el primer flamenco al que se le concedía este título.
Después habló de su etapa en Cádiz, donde "me estaba esperando la alternativa caracolera y, en definitiva, una capacidad para enriquecer mi visión del flamenco". E hizo alusión a una figura que le influyó mucho: Fernando Quiñones. "En él encontré una especie de posición de síntesis entre el mairenismo y el caracolismo. Era admirador profundísimo de Caracol pero respetaba mucho a Mairena". El artista sevillano veneraba el rincón que constituye Jerez, Cádiz y Los Puertos, y Suárez Japón encontraba en Quiñones "esa misma receptividad sobre Mairena que Mairena tenía sobre Cádiz".
La actitud de tolerancia inteligente de Quiñones fue para el rector de la UNIA un gran aprendizaje y afirma que, desde entonces, siempre que le preguntan si prefiere a Caracol o a Mairena, a Cádiz o a Sevilla, el responde: "¿Y por qué no los dos? ¿Por qué elegir? Prefiero quedarme con esa frase exagerada pero bellísima del poeta Fernando Villalón: El mundo se divide en dos partes, Sevilla y Cádiz".
La conferencia estuvo ilustrada al cante por José León de la Mena, quien interpretó cantes de Mairena. Estuvo acompañado por Manuel Herrera a la guitarra.
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