lunes, 29 de septiembre de 2008

El adiós de la gran familia del flamenco

Figuras del cante, el baile y el toque glosaron en la Plaza de San Francisco su admiración por un artista irrepetible "Me ha faltado una colaboración con él. Volver a hacer algo juntos después de tantos años". Así reconocía ayer Israel Galván el vacío enorme que le deja la muerte de su maestro Mario Maya. "Israel y yo debutamos con Mario en el Teatro Falla de Cádiz y siempre nos sonará en el oído cada uno de sus consejos y cariñosos reproches", añadía el también bailaor Marco Vargas ante la capilla fúnebre instalada en el Ayuntamiento de Sevilla. La Plaza de San Francisco acogió anoche una de las concentraciones de artistas más grandes que se ha visto en la ciudad.
El guitarrista Manolo Sanlúcar, a quien la Bienal rinde este año homenaje, fue uno de los amigos del bailaor y coreógrafo que durante más tiempo permaneció al lado de su familia y seres queridos. Muchos compadres y afectos a Mario llegaron desde Bruselas, Madrid o Granada, como Manolete y Marina Heredia, en la lluviosa tarde sevillana. "También caían chaparrones cuando enterraron a Farruco", recordó Israel Galván, uno de los herederos de esa estirpe de genios iconoclastas que siempre tendrá a Maya por bandera. Esperanza Fernández y su marido, Miguel Vargas, daban las condolencias a Segundo Falcón y Javier Barón, tras abrazar a una desgarrada Belén Maya, la hija adorada de la que el padre pudo despedirse en el arte con la bellísima producción de Mujeres que será su testamento artístico. Muchos amigos acudieron a despedirlo en el anonimato nada más abrirse la capilla ardiente a las tres de la tarde, entre ellos el presidente andaluz, Manuel Chaves. A las siete comenzó el desfile de autoridades, encabezadas por el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, quien alabó la labor del bailaor aunque, para él, "no se ha ido del todo", porque queda "su legado y su saga artística". También la consejera de Cultura, Rosa Torres, insistió en que Mario Maya "merece que quienes le conocimos hagamos una difusión de la aportación que hizo a la danza, el flamenco y la coreografía". Tras ella se despidió de la viuda y de los hijos el director del Inaem, Juan Carlos Marset, quien quiso rendir homenaje a Mario Maya aplaudiendo desde la platea del Maestranza a María Pagés, otra artista que ayer tuvo que enjugarse las lágrimas para no faltar a su cita con el escenario.
Charo Ramos / SEVILLA Actualizado 28.09.2008

1 comentario:

Augusta II dijo...

Jo, hoy todo va de "adioses".

Adiós, reguapa. Nos vemos prontito por aquí.

Beso fuerte.