miércoles, 17 de septiembre de 2008

SACUDIRSE LOS PREJUICIOS

Hoy, no voy hablar ni de Flamenco ni de cultura.
Hoy, voy agradecer a una persona ( MI PADRE) ateo y comunista, qué se sacudió los prejuicios y aceptó la oferta que le brindaron de poder escolarizar a dos de sus hijos, eso sí ,en un internado religioso.
El día 21 hubiera cumplido 92 años si la maldita batalla que tubo que sostener contra el cáncer no se lo hubiera impedido. Saliste ileso de la guerra, aunque posteriormente detenido y con pena de muerte, pero gracias a la intervención de un pariente rico te la conmutaron por 7 años de cárcel; fuiste trasladado de cárcel en cárcel, hasta que en la de Orense conociste al Abuelo Paulino y allí a la que sería luego tú mujer.
A la salida de la cárcel os casasteis y vinieron los años difíciles de la posguerra, nacieron los hijos y había que hacer frente a muchas cosas con pocas posibilidades,y cuando te ofrecieron la posibilidad de poder enviarnos al internado ( mi hermano al de curas ,yo a las monjas)te sacudiste los prejuicios y aceptaste, por lo que siempre te estaré eternamente agradecida.
Al principio fue difícil con 6 añitos separarte de tu familia,el primer día lloraba como una descosida y al preguntarme si lloraba porque me acordaba de mi casa, yo decía que no ,que me dolía la cabeza ( ya empezaban las mentiras) luego vendría el terrorismo psicológico, porque los fines de semana podíamos ir a nuestras casas pero antes nos reunía la Madre Superiora y nos decía: ¡ niñas que no vuelva ninguna al colegio sin ir a misa el Domingo! yo empezaba a temblar porque sabía lo que me esperaba, cuando llegaba a mi casa le decía a mi padre: papá a dicho la monja que no podemos volver sin ir a misa y él muy serio me contestaba ¡pues si te pregunta la dices que sí y ya está! y yo otra vez a mentir.Pero luego vino lo mejor, aparte de impartirnos las clases,hacíamos teatro, baile,participaba en el coro,me aficioné a la lectura y desde entonces no lo he dejado.
Fueron siete años intensos culturalmente, de los que jamás me he arrepentido de pasar allí, a pesar de las crisis de identidad que con el paso del tiempo he podido comprobar que tube;mientras estaba en el colegio era una persona profundamente religiosa, pero cuando salía de allí y regresaba a mi casa como era lógico en casa de un ateo ,era totalmente distinta, y con el paso de los años me convertí en una persona escéptica,caótica cómica y FLAMENCA . OLÉ.
No dejemos que nuestros prejuicios nos impidan disfrutar de tantas cosas que dejamos escapar por culpa de dogmas,ideologías,desconocimiento,aversión....etc....etc...
Gracias Papá, el 21 lo celebraré por Alegrías

bailando unas malagueñas ; con mi padre ; con el traje regional vasco

P.D: Joseba ¿te suena el Ontzi Dantza?pues lo bailábamos sobre suelo de madera encerado!!!con un par¡¡¡........de piernas.

Para quién no lo sepa, el Ontzi Dantza es un baile típico vasco, que se danza alrededor de un vaso sin tocarlo y de puntillas.

5 comentarios:

Augusta II dijo...

"¡írala, qué arte tiene la joía!"

Sí, señora. Un gran texto.

Y las fotos no tienen precio.

LLevo buscando un rato tu dirección e mail, pero no la encuentro por ningún lado. No es para nada importante, tranquila. Pero prefiero decírtelo en privado.

¡Bechos!

mammamia dijo...

gracias guapísima,te lo vuelvo a enviar

Joseba M. dijo...

Una historia para recrearse en ella. Deberías regalarnos más de ese hermoso personaje (y persona) que debió ser tu aita. El mío, a quien también he tenido a bien ofrecerle alguna que otra entrada, tiene bastantes puntos en común con el tuyo, sólo que su cárcel, entre comillas, fue la de quedarse de cabeza de familia con 12 años y cuatro hermanos chicos en la Extremadura de los años 40. Casí ná!
Respecto al Ontzi Dantza, lo conozco, claro, pero jamás he pasado de ser un pulcro admirador de los dantzaris. Mis piernas son dos izquierdas...
Las fotos, mamma, son deliciosas...
Un besote azul, quiya.

Julio Vegas dijo...

Me alegra saber como fue tu padre y sobre todo lo que ha permitido que seas tu. Mil besos

Augusta II dijo...

Nena, te debo un email. Es que he estado muy liadilla últimamente.

¡Besos!