instalación de "guitarras"
Seis artistas se sirven del cante y del baile para reflexionar en la sala pacense sobre identidad, trabajo y choque cultural. La actuación de José Menese en el museo puso el broche.
El canto de un jornalero recogiendo aceitunas. El zapateo de dos japonesas en clases de sevillanas. El susurro de los nudillos de las manos sobre la mesa marcando compases por soleá. En todas las escenas se respira cultura flamenca, pero también arte contemporáneo. El matrimonio entre flamenco y arte contemporáneo se fragua en 'Intervalo dos', la muestra que inauguró anoche el Meiac.
La sala pacense acoge hasta el 5 de marzo una exposición en la que seis artistas ahondan en cuestiones vitales como el choque cultural, el trabajo, la comunicación, la identidad sexual o la maternidad a partir del universo flamenco. «Aquí hay muchos sentimientos», cuenta Francisco del Río, uno de los comisarios de 'Intervalo dos'.
En total se cuelgan 11 piezas de autores como el extremeño Alonso Gil, Alex Francés o Carmen Sigler. A esta colección se unirá en breve la aportación del portugués Vasco Araújo.
Se trata de una colección de piezas que protagonizaron por separado diferentes exposiciones en enclaves marcadamente flamencos como el Festival de Jerez o el de la Guitarra de Córdoba. El museo extremeño es, por tanto, el punto de encuentro.
El protagonismo de esta reunión lo acaparó anoche el cantaor José Menese, acompañado a la guitarra por Enrique de Melchor. Su actuación en el museo fue la manta que arropó la puesta de largo de 'Intervalo dos'. Menese no sólo puso la voz, también protagoniza una videoinstalación de Javier Codesal en la que narra su vida.
El origen de la colección hay que buscarlo en una fotografía de Carmen Amaya. En la instantánea tomada en 1963 por Colita aparece un primer plano de la artista tocada con un sombrero masculino durante el rodaje de 'Los Tarantos'. La mirada de Amaya en esa fotografía sirvió para plantearse a Francisco del Río cuestiones como la identidad, la transgresión o los estereotipos.
A partir de estas reflexiones, en el año 2004 se impulsa por Cajasol un ciclo de arte contemporáneo y flamenco. Los resultados de aquel diálogo aterrizan ahora en el Meiac. Del Río cree que en 'Intervalo dos' «se parte de una posición de afinidad y admiración ante un arte que desafía las apariencias».
Además de desafiar las apariencias, el comisario habla del flamenco como «el arte de exteriorizar los sentimientos». Un repaso por las videoinstalaciones evidencian esa externalización sentimental de la que habla Del Río.
Como ejemplo vale la obra del pacense Alonso Gil titulada 'Felicidad en el trabajo'. Se trata de una videoinstalación realizada en clave documental que aborda la idea del placer en el trabajo a través del cante flamenco. En la obra se puede ver a un conductor de autobús, a un jornalero o a un modisto cantando en su quehacer cotidiano. Fandangos, deblas, tientos y otros cantes se marcan al ritmo del trabajo.
El artista Álex Francés participa en 'Intervalo dos' con dos piezas: una videoinstalación y un vídeo. En el primer caso, titulado 'Niño que', el protagonista es un alfarero que da forma a una vasija y la traslada al horno. En el traslado se acompaña por una nana cantada por Manuel Fernández Reyes. Según el artista, la imagen del alfarero equivale a la «del padre generador de formas, de hijos» y la vasija evoca «el cuerpo».
La segunda obra de Francés es un vídeo titulado 'Buenaluz'. En este caso una bailaora vestida por completo de negro sobre un fondo blanco baila sobre una tarima que le separa del cuerpo de un hombre desnudo. La bailaora, Cristina Simón, se desenvuelve con aparente libertad pero sus manos están atadas con una cuerda blanca. El vídeo hace alusión al cuerpo masculino como motor pasivo y a los límites que se impone a lo femenino.
'Mamá Fuente'
Carmen Sigler también pone su nombre en 'Intervalo dos'. En 'Mamá fuente' e 'Invocación' se sirve de la videoinstalación para reflexionar sobre el papel de la mujer y la maternidad. En 'Mamá fuente', la propia artista se autorretrata sobre un fondo tenebrista. Configura una imagen imposible: un cuerpo humano sobre el que emana chorros de agua. En realidad pretende reflejar una mujer con todas las bondades que se piden a una madre. Cada chorro supone una cualidad. Bondad, paciencia, sumisión. Algo imposible de aunar en una sola persona. La imagen está rodeada de una atmósfera tenebrista, inspirada en la iconografía barroca de santas y dolorosas.
En 'Invocación' se conjuga igualmente lo materno y lo flamenco. En una proyección aparece Sigler interpretando letras flamencas sobre la maternidad y en otra se superponen imágenes alusivas.
'Gritarras'
Las paredes del Meiac también acogen una instalación de 24 guitarras flamencas invertidas montadas sobre trípodes metálicos extensibles. Se trata de una obra de Javier Codesal titulada 'Gritarras'. Codesal es el más prolífico ya que también realiza dos retratos. Uno sobre Menese y otro sobre Mayte Martín.
En 'Gritarras', el artista realiza una instalación en clara referencias visuales y conceptuales a 'El grito' de Munch. El retrato de Mayte Martín en una doble proyección. En un monitor pequeño se puede ver a Martín cantando una vidalita mientras que en otro de mayor dimensión aparece en silencio. Codesal reflexiona en esta obra sobre la necesidad del silencio para escuchar el cante.
La japonesa Karou Katayama aporta 'Style UP Sevillanas', el eslogan publicitario de las clases de sevillanas en Japón. En un pequeño monitor de 8,5 pulgadas encerrado en una caseta de feria se puede ver a dos chicas japonesas bailando sevillanas. La artista evoca al diálogo cultural entre el mundo japonés y el flamenco. Esta conexión va más allá del entramado cultural ya que enlaza el disfrute de la danza con la disciplina japonesa por aprender y perfeccionar.
En su afán por indagar en el ámbito de la comunicación y el diálogo Katayama aporta el vídeo 'Sobremesa'. Las imágenes las protagonizan Julio y Salud. Ambos aparecen en el salón de su casa marcando compases de soleá con los nudillos de los dedos. Julio y Salud están casados y llevan más de treinta años tocando juntos. La artista ha huido de un espectáculo de flamenco y se ha centrado en una imagen familiar y doméstica.
A través de la soleá que marcan pretende poner de manifiesto las dificultades de comunicación. La exposición 'Intervalo dos' se cierra con la obra de La Ribot. La artista madrileña presenta 'Cuarto de oro'. Aquí confluyen danza, 'performance' y arte visual. Se suceden imágenes de la sala de estar de la casa de Cristina Hoyos. Permite a los espectadores ver lo que ve Cristina Hoyos cuando baila. Igual que Katayama se vale de un escenario doméstico para expresar la presencia cotidiana del mundo flamenco.
La bailaora reconoce que se pone a bailar «haciendo la cama o recogiendo la casa» y eso es lo que muestra las imágenes de 'Cuarto de oro'. El baile de Cristina Hoyos cierra la inclusión del mundo flamenco con el Meiac de Badajoz.
LA EXPOSICIÓN
Título: Intervalo dos
Artistas: Álex Francés, Alonso Gil, Carmen Sigler, Javier Codesal, Kaoru Katayama y La Ribot.
En los próximos días se incorpora la obra de Vasco Araújo
Comisarios: Francisco del Río y Javier CodesalLugar: Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (Meiac) de Badajoz
Fecha: Hasta el 5 de marzo
Características: Instalaciones y videoinstalaciones que abordan los sentimientos que subyacen del arte flamenco
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