martes, 3 de marzo de 2009

Barcelona flamenca

Nace la Sociedad El Dorado para apoyar la cultura

Aunque a primera vista no lo parezca, Barcelona es una ciudad flamenca. Tuvo su boom en los años previos a la Guerra Civil, y luego en los años 50, cuando el flamenco vivió su etapa dorada gracias a la aparición del vinilo. El flamenco en Barcelona vuelve a vivir un buen momento. Y ahora cuenta con un nuevo aliado: la Sociedad El Dorado, una entidad que quiere ser un punto de encuentro abierto para profundizar en la cultura flamenca de la ciudad. El flamenco puede ser visto por el gran público como un ghetto en el que, además de ser de difícil de acceso, está reservado a unos pocos entendidos. "Pretendemos huir de los estereotipos del flamenco endogámico", explica el presidente de El Dorado, Pedro Barragán. Para este barcelonés de adopción, se ha creado un falso debate entre payos y gitanos. "Siempre han habido payos y gitanos en el flamenco. Nunca fue un problema. La polémica surgió en los años 60 a raíz de una versión interesada del tema", afirma rotundo. Ahora, "la demanda de flamenco por parte del público -especialmente por los jóvenes- es por la calidad de la música, no por si es gitana o paya", continúa. Y eso es lo que pretende conseguir El Dorado: "Hacer que el flamenco tenga carta de normalidad en la vida cultural barcelonesa". Los artistas ya los tiene. Muchos de los virtuosos de la escena flamenca actual son de Barcelona. "Poveda, Martín, Cañizares... Todos ellos han salido de aquí porqué existe una pulsión y un ambiente que lo ha generado", defiende. El Dorado tiene su sede en el Centre Cívic Parc Sandaru (Bonaventura Muñoz, 21) y funciona gracias a una pequeña subvención -6.000 euros- del Institut de Cultura. Por el momento, cuenta con unos 50 socios. "La gente que se ha ido incorporando no son precisamente expertos en flamenco pero sí que les interesa lo que esta cultura tiene de carga emotiva", explica Barragán. Para inscribirse como socio y disfrutar de las actividades que organiza la entidad -conciertos, cine, debates, exposiciones- sólo hay que pagar una cuota trimestral de 20 euros. Y dejarse llevar por la emoción de este género musical que -como el jazz- se canta desde las entrañas.

Es en el Diario de Barcelona, con fecha del 26 de enero de 1794, donde se encuentra la primera referencia publicada conocida en la que el término “flamenco” aparece en relación con manifestaciones artísticas musicales. En efecto, desde los primeros indicios documentales que apuntan a la formación del flamenco como género artístico, Barcelona y las principales ciudades catalanas, por extensión, aparecen como uno de sus centros creativos más influyentes. Estilos musicales a partir de los cuales se formó el flamenco (las tonadillas escénicas del siglo XVIII, los bailes de escuela bolera o las canciones románticas de inspiración andaluza) tuvieron en Cataluña escenarios especialmente relevantes. El Gran Teatro del Liceo se inauguró con rondeñas, en 1848. El músico Josep Anselm Clavé, animó la creación de estilos flamencos, tales como los tangos. Y fue en Barcelona donde fueron más numerosos los cafés flamencos, que desde la década de los 1880 definieron el género. En Barcelona, de forma común y conectada con ciudades andaluzas como Sevilla o Cádiz, se produjeron simultáneamente los procesos de creatividad popular que dieron origen al flamenco y lo formaron como género musical específico, en el siglo XIX. Asimismo, en torno a la industria fonográfica y el guitarrista Miguel Borrull, Barcelona concentró, en el primer cuarto del siglo XX, buena parte de los mejores artistas del género, entre ellos Antonio Chacón, Manuel Torre o la Niña de los Peines. Tanto las variedades flamencas, la llamada “ópera flamenca”, como la conexión con las vanguardias artísticas históricas, a partir de figuras como el bailaor Vicente Escudero, y más recientemente el fenómeno de las peñas o el contacto con músicas como el jazz, se han producido en Cataluña con particular intensidad. Josep Ache (Sabadell, 1962), periodista e investigador de la historia del flamenco, además de socio fundador de El Dorado, Sociedad Flamenca Barcelonesa, ha tratado sobre la historia del flamenco en Cataluña en diversas ponencias en congresos y en artículos en revistas especializadas. El Dorado, Sociedad Flamenca Barcelonesa, es una sociedad de aficionados a este arte, que cultiva con la programación de actuaciones de artistas y la organización de sesiones de cariz más teórico (conferencias, proyecciones cinematográficas, audiciones de grabaciones...), al objeto de contribuir al conocimiento y divulgación del mismo, de modo particular en aquellos aspectos más relacionados con la historia de la cultura en Barcelona y en Cataluña en general.

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